Los Buenos padres alimentan el cuerpo, mientras que los padres brillantes alimentan la personalidad

Este habito de los padres brillantes contribuye a desarrollar en sus hijos: seguridad, capacidad de liderazgo, de reflexión, coraje, optimismo, la superación del temor y la prevención de conflictos


Los Buenos padres preparan a sus hijos para el aplauso, mientras que los padres brillantes preparan para el fracaso

No hay publicaciones.
No hay publicaciones.